Salvemos juntos el Ayuí

Aprende más acerca del proyecto que pretende inundar 8.000 hectáreas para plantar arroz y soja en Corrientes. Los ríos en Argentina son un bien público, sería la primera vez que una empresa se adueña de un río, en beneficio propio ¿podrían entonces otras empresas hacer lo mismo y adueñarse de cualquier río en nuestro país? Texto completo

1/7/08

Represar El Ayuí Sería Un Atropello

La Fundación Reserva del Iberá (FRI) se refirió así a los anuncios por parte de las empresas Copra y Adeco, que resurgieron un viejo proyecto para detener las aguas del arroyo Ayuí en un embalse artificial de 8.000 hectáreas, con la finalidad de regar una importante superficie de cultivos en la zona de Mercedes, provincia de Corrientes: 'Esto es hacer desaparecer al Ayuí, un atropello al futuro y una ilegalidad al presente', asegura la fundación correntina.
La Fundación Iberá recibió en Mercedes (Corrientes) a los responsables del Estudio de Impacto Ambiental de este polémico proyecto de inversión privada, que en su versión anterior (2005) había provocado la reacción de las más importantes organizaciones ambientalistas de la Argentina y otras de nivel internacional (Greenpeace, FARN, Fundación Vida Silvestre Argentina, Aves Argentinas, Proteger y muchas otras) y de otras expresiones de la Sociedad Civil.

'Lo que ahora proponen las empresas es muy similar a lo anterior: interrumpir el flujo del arroyo Ayuí con un paredón a cota 60, que dejaría sepultado bajo las aguas al cauce del arroyo, sus costas, las del Yuquerí y el Curupica-í, en suma, unas 8.000 hectáreas de ambientes naturales que incluyen pastizales y bosques nativos', explicó el Presidente de la fundación Enrique Lacour.
Para la Fundación Iberá esta situación quiebra el estado de derecho de igual forma que en la versión anterior: 'Nadie puede hacer desaparecer un arroyo y sus costas, sus bosques, y el territorio de su periferia en semejante superficie, para ampliar sus márgenes productivos o su renta'. La superficie afectada por el lago artificial podría compararse a la que ocupa la cercana ciudad de Mercedes: ¡Sólo que excede doce veces su tamaño!

Resulta llamativo que, mientras en el país rige una moratoria para los desmontes de bosques nativos (Ley Nacional de Bosques 26.331) que se prolongará hasta que las provincias concluyan sus Planes de Ordenamiento de sus Bosques, aparezcan este tipo de anuncios que implican afectar de manera irreversible el bosque nativo del Ayuí.

El Estudio de Impacto Ambiental –extendido en estos días a la fundación por las propias empresas, en actitud más comunicativa que en la anterior ocasión– reconoce la existencia de 391 hectáreas de bosques que desaparecerían bajo las aguas del embalse artificial.

Para Pedro Healy, socio fundador de la organización y columnista de temas rurales 'La provincia está conminada a desarrollar su plan de ordenamiento de bosques, por lo que resulta insólito que mientras eso sucede (o deberíamos suponer que sucede), se anuncie la realización de proyectos que afecten los bosques que están protegidos, incluso por las leyes provinciales'.

Una cuidadosa revisión de la documentación de impacto ambiental permitió a la FRI volver a cuestionarla. 'Hemos comprobado, por ejemplo, que algunos profesionales supuestamente integrantes del Equipo Técnico, ni siquiera conocen los resultados del Estudio de Impacto Ambiental, no sabían que la misma proponía la realización de esta represa y hasta dieron muestras de asombro al ser consultados por la fundación'. Uno de ellos exclamó: '¡No entiendo como pueden ponerme como parte del Equipo Técnico!'

Para la Fundación Iberá el problema es mayor que el ilustrativo dato anterior: Este es el tipo de proyectos que no debieran llegar siquiera a la etapa de evaluar su impacto ambiental, ya que dejan de ser viables mucho antes. Si los asesores de las compañías resolvieran eso a tiempo, ahorrarían el tiempo y los recursos de las empresas, y evitarían hacer anuncios que prometen ingentes empleos, ofreciendo ilusiones endebles a la población.

La fundación aclara nuevamente que no está en contra de la agricultura ni de la producción. Al contrario, reconoce la necesidad de nuevas inversiones y proyectos de desarrollo. Sólo que estos no pueden avanzar violando leyes, destruyendo el paisaje y la naturaleza, comprometiendo a una cuenca (incluso desde el punto de vista productivo, porque aguas abajo, en el río Miriñay que depende en gran medida del Ayuí, también se necesita el agua para producir). El desarrollo sustentable debe ser respetuoso del medio ambiente ¡y de las leyes!

'¡Hasta ahora, nadie había llegado tan lejos...!', se escucha en la fundación mercedeña, que explica que está permitido y regulado por el Estado tomar agua de un curso de aguas corrientes, que no deja de fluir naturalmente, (aunque sabemos que hay quienes lo hacen en forma ilegal). Incluso, también lo está represar pequeñas porciones en cursos de agua menores en las 'cabeceras de la cuenca' donde no existen bosques naturales (aunque, nuevamente, hay quienes lo hacen en forma ilegal).

Pero atajar el flujo de un arroyo de las dimensiones del Ayuí, e inundarlo en forma permanente, afectando semejante superficie, ecosistemas naturales, especies silvestres e incluso superficies ganaderas de valor, es algo completamente nuevo.

Es un verdadero atropello. Y constituiría un peligroso antecedente, que podría dar lugar a que estas mismas empresas, u otras, pretendan hacer lo propio en otros cursos de agua.

Más datos:
-La Ley Nacional de Bosques 26।331, vigente desde enero del corriente, prohíbe la afectación de bosques nativos en todo el territorio de la Argentina, hasta que las provincias desarrollen sus Planes de Ordenamiento de los bosques.
-Dos de las cuatro especies declaradas 'Monumento Natural Provincial de Corrientes' (Decreto Ley 1।555/92) viven en el área que se pretende afectar (lobito de río y ciervo de los pantanos).
-Según el Estudio de Impacto Ambiental el área es un 'Área de Importancia para la Conservación de las Aves' (AICA) de la Argentina, una figura que proponen las organizaciones que se dedican a la preservación de las aves silvestres.
-Los productores de la cuenca inferior del Ayuí y del río Miriñay podrían verse afectados por la falta de agua. Quienes operan la represa podrían retenerla a requerimiento de los cultivos que se pretende regar, mermando su disponibilidad más abajo.
-En el 2005, muchas fueron las voces que se alzaron en contra de la represa. El diario La Nación dedicó una editorial del día Jueves 30 de Junio de 2005 (http://www.lanacion.com.ar/717152).
-En la versión del 2005 el lago artificial era de 11।600 hectáreas (mayor que ahora). Esto responde a que la Estancia Ayuí abandonó definitivamente el proyecto, luego de tomar conciencia del daño ambiental irreversible que el proyecto acarreaba.

(*) La Fundación Iberá inició en el mes de mayo de 2005 una campaña en defensa del arroyo Ayuí, concebida inicialmente hacia ला difusión pública acerca de los impactos ambientales negativos que traería aparejado tal proyecto, juzgó que los mismos no fueron convenientemente evaluados ni comunicados a la sociedad, apeló a que las autoridades gubernamentales, así como los titulares de esta inversión económica, detengan el desarrollo del mismo.

Cyberacción. Salvemos juntos el Ayuí